Si atiendes a citas médicas anuales con algún médico de cabecera, él o ella probablemente será la primera persona con la que hablaras sobre su dolor crónico. En caso de que los tratamientos no quirúrgicos (como los medicamentos) no le ayuden a mejorar, su médico de cabecera podrá contactarse con algún especialista en el manejo del dolor para determinar la mejor forma de aliviar su dolor.

Si esta consultando a su médico de cabecera para tratarte y su dolor aún no mejora, pídale que lo refiera a un especialista. Elabora una guía personalizada de consulta médica, que te ayudara a que la conversación sea mucho más sencilla.

Los terapeutas físicos ocupacionales podrían ayudarte a que tus actividades cotidianas tales como caminar, conducir, lavar los platos y trabajar sean menos incómodas. Por otro lado, si la cirugía es parte de tu tratamiento, es muy probable que necesites ayuda de algún terapeuta ocupacional o físico que te ayude a reincorporarte a tus actividades diarias.

Si tu dolor persiste aun después de los tratamientos no quirúrgicos, es posible que tengas que tomar el siguiente paso. Pregúntale a tu médico sobre algún especialista, o busca uno por tu cuenta.

El cáncer puede presentar todo tipo de consecuencias en un paciente. Por eso es necesario visitar un oncólogo, médico especializado en esta enfermedad, qué esté al tanto de nuevos tratamientos y descubrimientos sobre ella.

Este especialista será el encargado de diagnosticar el cáncer y para hacerlo podrá ordenarte toda una seria de exámenes cómo una biopsia, resonancia magnética, endoscopia o colonoscopia, rayos X entre muchos otros. Así, podrá ordenar el tratamiento indicado para el paciente y coordinará otros especialistas necesarios para el cuidado para el paciente.

Deberás consultar a un cirujano dependiendo del tratamiento que estés considerando. Desde los neurocirujanos hasta los cirujanos ortopedistas, este tipo de médicos cuentan con una amplia experiencia y capacitación para diagnosticar trastornos en la espalda, y te referirán a otro especialista en caso de que no necesites cirugía. Además de realizar la operación, tu cirujano también actuará como médico de consulta contigo y con los otros médicos que estén llevando tu caso para determinar los riesgos y beneficios de las opciones quirúrgicas disponibles y correctas para tu situación en particular. Tu cirujano podría realizar una serie de cirugías correctivas en la espalda o utilizar diversos dispositivos para aliviar los dolores crónicos, tales como neuroestimuladores y bombas para el dolor, con el objetivo de ayudarte en tu estrategia particular de tratamiento contra el dolor.

El hecho de que estés viendo a un cirujano no implica que necesites una operación. De hecho, la mayoría de los cirujanos no ofrecen la opción quirúrgica a más de dos terceras partes de los pacientes que ven, tratando de que mejoren a través de tratamientos no quirúrgicos.